La larga historia de la humanidad ha dejado, de un modo u otro, su huella en este concejo de apenas 84 km2.
Desde los fósiles hallados en alguna de sus muchas cuevas hasta los grabados y pinturas rupestres de las cuevas de la Loja y Llonín, datadas en la época Magdaleniense (15.000 aC), que nos hablan de la vida primitiva y de la presencia de seres humanos desde la lejana Prehistoria. El Castro Celta de Abándames y las calzadas romanas son las huellas aun visibles de grandes civilizaciones que también tuvieron presencia en nuestro valle.